La edad no importa cuando hablamos de
ser o no una persona inmadura. ¿Te has encontrado alguna
vez con alguna? ¿Tienes dudas sobre si tú podrías serlo? La inmadurez no solo
hay que verla desde la negatividad, pues tiene muchos aspectos positivos.
¿Serás tú una persona inmadura?
5 rasgos que te delatan.
Reflexionar no es lo tuyo:
Una
persona inmadura no pierde su tiempo observando sus acciones para poder
aprender de los errores que comete. Lo de darle cien mil vueltas a todo y no
poder dormir por culpa de eso no va con ella.
Esto
les permite no obsesionarse por lo que puede pasar, ni preocuparse de manera
excesiva por cuestiones que puede que no lleguen a suceder.
Piensas solo en ti:
Ser
egoísta y pensar en uno mismo es algo que llevas muy bien. Esto impide que seas
empático y que puedas ponerte en el lugar de los demás, lo que a veces causa
algún que otro problema. Aunque no te preocupa demasiado. Todo pasa…
Te
centras tantísimo en ti, que llegas a caer en el egocentrismo. Crees que incluso el resto de personas está
interesado casi constantemente en tu propia persona.
A
pesar de que esto pueda hacer referencia a una alta autoestima, la verdad es
que una persona inmadura también puede
padecer una baja autoestima y seguir creyéndose el centro de todo.
Te enfadas con facilidad:
Tienes
tendencia a no darle importancia a lo que hacen o piensan los demás, hasta que
esto te afecta directamente.
Tus
suposiciones sobre cómo actuarán hacen que, a veces, no lo hagan como tú creías
y esto te enfada. No te gusta que las
demás personas no se comporten de la forma esperada.
Sufres arrebatos
emocionales:
Tu
gran dificultad para regular tus emociones te convierte en una persona
impulsiva que no es consciente de las consecuencias que pueden tener sus reacciones
impetuosas.
Estos
rebotes son irracionales y atienden muy poco a la lógica. Si eres inmaduro tal
vez aquí tengas la respuesta de por qué
te metes en muchos problemas.
Escapas del aburrimiento:
En
una lista que tienes en tu mente siempre estarán por delante aquellas cosas que
te proporcionen placer. Las que no lo hagan las consideras una pérdida de
tiempo y, por lo tanto, prescindibles.
Por
este motivo, lo que te provoque aburrimiento siempre lo pospondrás. De ahí que
las personas inmaduras tiendan a la procrastinación.
Ser maduro o inmaduro no tiene nada que
ver con la edad. Muchas personas con 20 años son mucho más
maduras que otras con 50 años o más. A
veces, las circunstancias, la forma de pensar, el ambiente en el que te has
criado, influye en tu forma de ser y pensar.
Esperamos que este artículo haya sido de tu agrado, compártelo con tus amigos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Coméntanos qué te ha parecido este artículo aquí: